Las Naciones Unidas y la mayoría de gobiernos del planeta, acordaron que en diez años tenemos que rediseñar nuestra economía y los materiales que estamos utilizando para proteger nuestro futuro y evitar la destrucción total de nuestros ecosistemas que nos permite estar aquí y vivir bien.
Para ello es fundamental transformar lo que nos rodea. Que cuando comunicamos o diseñamos productos y servicios de proximidad no solo pensemos en lo que nuestro cliente necesita, si no también en generar un cuidado eligiendo los materiales y pensando la energía que se ha generado para su producción. Desde Anaranjada Comunicación creemos que tiene que haber una honradez detrás de la manera en la que hacemos y fabricamos todo lo que nos rodea, pues hoy en día vivimos un momento apasionante en el que nos ha tocado redefinir los recursos y materiales. Hace tiempo que lo que hacemos no es suficiente, y hay que pasar al cómo lo hacemos.
Protegiendo el planeta
Esta situación intensifica la importancia de que nos demos cuenta de que va a llegar un momento en el que la sostenibilidad de una empresa no va a ser su valor diferencial si no que será un proyecto obligatorio. No podemos seguir fabricando materiales que dañan nuestro planeta. Se pueden hacer materiales de la misma calidad y protegiendo nuestro planeta.
Por ejemplo en el sector de la moda, ser sostenible no es solo utilizar un tejido sostenible, hay que repasar todo el modelo económico que hay detrás de una empresa. Pero para cambiar el modelo sostenible de una industria como la de la moda con las promociones que hay, tienes que empezar a renunciar a cosas para que todo eso tenga sentido. ¿Cómo comunicas tus productos o servicios? Un ejemplo de ello puede ser la manera en la que confeccionamos un catálogo anual de presentación de las prendas.
En el sector de la comunicación, como responsables de comunicar ese cambio a la sociedad y hacer puente con acciones que hagan posible la sostenibilidad en nuestra sociedad, debemos buscar el problema y encontrar la solución a través de maneras diferentes de trabajar mensajes y visualización. Desde Anaranjada Comunicación encuentro la manera de saber que con lo que hago ayudo a generar un menor impacto ambiental al planeta. Porque solo tenemos un planeta.
Los pequeños gestos y el ecobriefing
¿Sabías que aproximadamente el 70% del impacto ambiental de los productos o piezas gráficas se decide durante su fase inicial, la fase de diseño?
Dicen que los pequeños gestos son poderosos. Y hoy en este artículo os traigo un pequeño gesto: una forma diferente de comenzar todo trabajo de comunicación sostenible desde el diseño. Cualquier trabajo que podamos empezar desde esta perspectiva nos va a ayudar a considerar los impactos ambientales en todas las etapas del proceso de diseño y desarrollo de productos para lograr productos que generen el mínimo impacto ambiental posible a lo largo de todo su ciclo de vida.
Para un buen inicio, debemos considerar aprender a hacer ecobriefings de los encargo que nos dan nuestros clientes. ¿Qué es un ecobriefing? es mejorar el encargo que quiere el cliente bajo el ojo de mejorar el impacto ambiental que pueda tener.
Por ejemplo, nos han encargado a una empresa de moda sostenible hacer un catálogo anual que pueda servir para presentar sus colecciones todo el año. ¿En qué pienso antes de hacerlo? Lo primero es pensar en el ciclo de vida de ese producto o servicio. Generamos la idea pensando de donde va a venir el material y donde vamos a vender el producto para saber cómo fabricarlo con el mínimo de huella ambiental.
Después pensaremos en la producción y ensamblaje de este catálogo y más tarde en la distribución y transporte que va a tener.
Una de las etapas más interesantes que vienen después es en tener ideas acerca de cómo vamos a ayudar a transformarlo, en su uso y consumo, en sí vamos a poder utilizarlo o se puede reciclar y en su vida final.
Los pasos a considerar para hacer un buen ecobriefing de un catálogo anual de moda:
Análisis inicial: en el que descubres cómo está el mercado, que tipos de catálogo se están haciendo últimamente, analizamos lo que funciona y no a la competencia para saber cómo podemos ser diferentes y un análisis ambiental de esta primera búsqueda de actualidad que vamos haciendo.
Apuntar al concepto esencial: Con un resumen visual (o moodboard) podemos ir trabajando las conexiones que hay entre los valores para quién trabajamos, para hacer un diseño que esté dentro de sus esenciales, y desarrollamos una sistema gráfico que nos ayude a visualizar lo que queremos transmitir al cliente.
Buscar el material adecuado: No existe un mejor material, todo dependerá de las funciones, del tipo de proyecto, de la durabilidad que le queramos dar, de las necesidades del encargo, o del origen. Los más comunes suelen ser de origen vegetal como la celulosa, corcho, bambú, papel antigrasa, papel de semilla, papel reciclado, papel piedra, o incluso materiales omni degradables que tardan 180 días en degradarse entrando en contacto con una bacteria.
El tipo de material que elijamos también dependerá de la energía que queramos invertir sabiendo que hay una huella ecológica detrás de la decisión. Es importante pensar en qué tipo de materiales vamos a usar para hacerlo lo más reciclable posible en el caso que el producto tuviese una gestión final. Facilitar al usuario la posibilidad de reciclar, reutilizar o reparar antes de decidir tirar. Si la decisión final es tirar, tenemos que lograr que sea fácil poder separar y reciclar correctamente.
Acierta con el formato: depende del formato que decidas, el catálogo tendrá una usabilidad u otra también. Si lo haces de forma de abanico porque es una marca de trajes de flamenca por ejemplo, podría servir para abanicarse en la tienda las clientas. Si haces un formato en el que sea con anillas y se pueda ir quitando las páginas y sustituir una de ellas en vez del catálogo entero cada vez que llega una temporada, estás haciendo un formato muy flexible para todo un año.
Piensa en la producción y dale el mejor acabado: el mercado va cambiando rápidamente, y hay que estar muy atento a las técnicas más optimas que hay cada año. Un buen acabado podría ser pensar en portadas de madera para que sea durable en el tiempo, o un relieve en las portadas en vez de imprimir con tintas, o imprimir en un papel de semillas con el que hay que cuidar mucho la impresión para no chafar la semilla.
Gestión final. Jugar a transformar: pensando en cuando el consumidor tiene este producto en sus manos, cómo hacemos para que le de una segunda vida si se lo lleva a casa. Quizás haciéndolo de anillas puede servirle para hacer un álbum de fotos en casa, o las mismas páginas interiores si son con un diseño decorativo puede usarlo para forrar carpetas o libros.
Ahora te animo a que pienses a tu alrededor en un producto o servicio que tiene una empresa y cómo lo mejorarías pensando en la transformación o uso que puede tener en un futuro. Desde Anaranjada, estamos trabajando este ecobriefing sobre catálogo de moda anual que os lo compartiremos en breves en nuestras redes sociales, no te pierdas una en nuestro instagram @AnaranjadaComunicación.
Y recuerda que si vamos a mover el mundo hacia la dirección correcta, hacia una dirección más sostenible tenemos que asegurarnos de que todo aquello que estemos creando también sea más sostenible.
Hemos llegado a un punto en el que la forma que diseñamos nuestra presencia en este planeta es defectuosa y nuestro propio futuro está en peligro.
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