Empezar siendo pequeño, pensar en grande

La nueva realidad presenta desafíos que hace que las empresas necesiten renovarse y transformar el contexto en nuevas oportunidades.

Ahora todos queremos una transformación digital de nuestro negocio y una estrategia verde que lidere el cambio que ya está llegando. En cambio, ¿estamos preparados para cambiar el modelo económico en aras de la sostenibilidad que nuestro planeta necesita?

Para los directivos de empresas, la protección del clima y del medio ambiente son buenos conceptos en términos de imagen para sus compañías. Pero según un estudio llevado a cabo por la consultora de recursos humanos Russel Reynolds, el 46% de los directivos consultados en una encuesta afirman que estas medidas solo se implementan por razones de marketing y para que estas marcas sean aceptadas socialmente como responsables, pero no acaba de materializarse en acciones.

El futuro de la sostenibilidad está en lo local

“Es a nivel local, con los pequeños comercios donde hay más conciencia en crear un valor añadido comprometido con su municipio"

Fomentando el desarrollo económico local, igualdad social y sostenibilidad del medio ambiente, las marcas locales se mueven ofreciendo un producto artesanal y con identidad, que demuestran sus acciones reales y compromisos tangibles. Y es que empezar siendo pequeños es lo que nos da la oportunidad para pensar en grande.

Uno de estos últimos casos ha acontecido en Sevilla, durante el desfile famoso de Dior celebrado el 16 de junio de 2022 con su colección #DiorCruise 2023, en el que Maria Grazia Chiuri, directora artística de la marca internacional, ha querido dar visibilidad y contar con los artesanos de la capital hispalense. Uniéndose a la idea de confeccionar de manera tradicional dándole mucho nivel al diseño, su colección está inspirada en los artesanos sevillanos que trabajan en la orfebrería, en los bordados o productos singulares como las mantillas.

Dar visibilidad y contar con los artesanos de la capital y con su idea de confeccionar sostenible desde lo tradicional. La colección #DiorCruise ha contando con artistas locales como el bordador Jesús Rosado.

Esto no solo sitúa Sevilla como la capital de la moda, si no también como destino turístico Premium por su patrimonio. Esta cita ha supuesto un gran movimiento de empresas relacionadas con la hostelería, el transporte, el montaje de eventos, carpinterías, floristerías, complementos de moda, catering y más sectores, que han demostrado sinergías y gran profesionalidad.

El impacto económico directo en promoción y comunicación de la ciudad supera los 100 millones de euros, según fuentes del Ayuntamiento de Sevilla. Este desfile ha impulsado el sector comercial y de la moda de la ciudad, pero también puedes ser un tractor para la captación de inversiones y de nuevos proyectos comerciales especialmente del segmento Premium. Una muestra más de como desde la alcaldía de una ciudad se pueden llevar estrategias que impulsen el desarrollo económico local de su ciudad.

Antonio Jiménez, director de Contursa, el órgano gestor del turismo en Sevilla afirma que “esto ayuda a Andalucía y a Sevilla a parecer un destino de lujo”, que además tiene el sol, la alegría, la comida, la convivencia con amigos, el flamenco, y la forma de ser del sevillano, que es “única”.

Verde que te quiero verde

Pero más allá de las estrategias municipales para desarrollar su economía local, las marcas tienen un gran poder de responsabilidad de concienciar y encontrar soluciones a los retos globales que nos llegan. Ya no funciona la forma en que la globalización nos permite un consumo de materias continuado como hasta ahora, pues esto nos ha mostrado durante estos últimos años que la cadena de recursos a nivel internacional tiene límites: que cuando hay emergencias en otras zonas del mundo y dependamos de otras materias primas y mano de obra hay un estanque en nuestras economías.

Sin cambiar de ejemplo, en la moda, se ha visto como con el COVID 19, se retrasaban colecciones porque era en las fábricas de países en vías de desarrollo donde se confeccionaba y cosía la gran mayoría de ellos. Lugares donde los servicios públicos como la sanidad no son tan accesibles y donde las bajas de enfermos dieron lugar a un retraso de la fabricación.

Quizás es el momento en que nos debemos preguntar si no hay que volver a reforzar nuestra economía desde la producción nacional, a volver a fabricas productos en los talleres locales, y a diseñar teniendo en cuenta la calidad y los precios justos de lo que ofrecemos. Volver a estar cerca de las comunidades, para fabricar orgánico, cercano, con prendas especiales y materiales ecológicos, utilizando talleres locales y personal dedicado. No solo por la subsistencia de nuestra economía y cultura sino también por dejar acelerar condiciones de trabajo sin derechos humanos. Sería muy ingenuo pensar que la solución no pasa por aquí, pues no ha sido ni será la última crisis de salud ni de emergencia social, política y climática que acontezca.

(R)evoluciona de ideas

Esta es la década que determinará nuestro futuro y las empresas que piensan en la sostenibilidad de nuestro planeta es el presente de los negocios. Cada vez son más las marcas dedicadas por crear ese impacto positivo con sus colaboradores, y con la escucha activa de sus clientes por bandera.

Si, además, hablamos que los jóvenes serán los compradores del mañana, se acentúa la necesidad de pensar en ideas e iniciativas de impactos, pues más del 80% su primera preocupación es la emergencia climática y las oportunidades de trabajo en su ciudad.

No se trata de ser las mejores marcas del mundo, si no las mejores para hacer un mundo mejor y pensar como desde la economía circular se puede ayudar a cambiar la producción y consumo de nuestro sistema actual. Pero para esto, hay que pensar en innovación y desarrollar estrategias ambientales ingeniosas de reducir, reutilizar, reparar y reciclar.

Desde la eco-innovación muchos productos y servicios ya se están desarrollando para crear desde cero pensando en el uso eficiente de los recursos y minimizando los impactos de todo su ciclo de vida.

Desde los diseños, procesos, relaciones con proveedores, cadena de valor, comunicación responsable, marketing, sostenible distribución, uso y fin de la vida del producto o servicio festejamos este nuevo espíritu de negocio e impulsamos esta nueva manera de trabajar.

¿Y si te dijera que hasta ser sostenible es mucho más económico? ¿Quieres saber cómo? No te pierdas el siguiente artículo en el que daremos pequeños guiños a nuestra forma de trabajar para hacer todo esto real.

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