Para hacer realidad un diseño para el futuro necesitamos a las empresas (nuestros clientes), a los científicos e ingenieros (nuestros colegas) y, sobre todo, a los consumidores para lograr un cambio realmente impactante.
Sin embargo, el diseño por sí solo sólo puede dar pequeños pasos, pues tiene un papel estratégico que puede mostrar el camino a los demás actores de la escena: tiene la capacidad de generar cambios positivos en la sociedad y en el éxito de las ideas y de los trabajos directamente.
A través del diseño gráfico sostenible se pueden abordar las cuestiones externas medioambientales que implica, pero, también, en su capacidad de hacer el ciclo de vida de los materiales vivibles en el tiempo. A través del diseño sostenible tratamos de asegurar el futuro de un proyecto, para mejorar la vida de las personas y del planeta. Para ello los 3 principios del ecodiseño siguen siendo un buen punto de partida: Reducir, reutilizar, reciclar.
REDUCIR
Con un diseño en el que pensemos cómo usar menos material, siendo a la vez igual o más atractivos podemos conseguir reducir el sobreembalaje.
Presentar un packaging atractivo pero a la vez funcional es posible. Muchas son las veces que nos llegan a casa cajas inmensas donde viene un cuaderno o productos muy pequeños que podrían entregarse de otras forma a los clientes. Buenos ejemplos de esto son las empresas como Bookish o Colvin, que además de ofrecer un diseño atractivo en el que mandan sus productos también lo hacen de manera funcional.
Con el ejemplo de Bookish, es una caja en el que cabe un libro que recibes cada mes, con una sorpresa dentro. Recibir la caja ya en sí es una experiencia literaria pues desde que la abres hay pequeños detalles que te llevan a imaginar la historia antes de empezar a leer la primera página del libro que te sugieren. La caja es 100% reciclable, incluso hay clientes que las coleccionan para meter pequeños objetos ya que el diseño está hecho para conservarla o para reciclar fácilmente.
Además en muchos de los libros que mandan te informan sobre el ciclo de vida del libro que estás leyendo.
REUTILIZAR
Otra manera de enfocarlo es desde diseño reutilizable. Un ejemplo de reutilización la da Colvin, que es una empresa de entrega de plantas, cuyo packaging te invita a volver a usar la caja de nuevo. Lo hacen también de forma atractiva y te dan ideas de cómo reutilizar la caja si quieres volver a usarla. Con el diseño, algunos envases de un solo uso pueden sustituirse por otros reutilizables, reduciendo mucho el impacto ambiental que provocan los envases.
Con iniciativas como estas apoyamos a las empresas a ser creativas, ofrecer más y utilizar menos. Esto ayuda a qué resultados económicos sean mejores, y también el medio ambiente y la percepción del cliente.
Otro elemento que podemos cambiar y mejorar sus consumo son las bolsas de plástico del supermercado. ¿Realmente necesitamos producir toneladas de bolsas de plástico vírgenes que sólo se van a utilizar durante 5 minutos, de la tienda a casa? Por supuesto que no, pero muchas personas se siguen quejando por estas medidas cuando lo que necesitamos es un cambio de mentalidad. Si diseñamos una bolsa de tela bonita y cómoda que al cliente le guste ir con ella a comprar seguramente estaremos impulsando esta nueva manera de pensar que necesitamos para no gastar tanto plástico.
RECICLAR
Creando envases fácilmente reciclables, con un número mínimo de materiales diferentes y eligiendo aquellos que permitan una reintroducción completa en la cadena.
Esta opción implica al consumidor a tomar la decisión de separar los residuos en casa y deshacerse de cada artículo según la información que le proporcione su organización de gestión de residuos.
Un paso que debemos pensar más allá es diseñar para hacer circular la vida de los servicios y productos en el que puedan volver a introducirse en la cadena sin perder ningún valor. En este sentido hay muchas ideas para reducir el impacto medioambiental de los envases e influir en las distintas fases del ciclo de vida.
Uno de ellos sería Green Glass Ellos recuperan miles de botellas junto a recicladores locales y la convierten en vasos hermosos "¡Hasta que cada vaso del mundo sea de botella!".
El segunto es Karun, ellos son una marca de Lentes, que recuperan el plástico de redes de mar entre otros de la patagonia y las transforman en sus marcos de anteojos, que además de ser hermosos son consientes y apoyan a las comunidades locales dando trabajo. Tienen un apartado específico en su web donde explican el proceso de fabricación y la huella de carbono.
Hacerlo sostenible
El trabajo del experto en sostenibilidad y comunicación es encontrar la que mejor se adapte al producto, la marca y su objetivo y como visibilizarlo y transmitir este valor. Para elegir con acierto, el diseñador y el cliente deben entender perfectamente el ciclo de vida y las características del producto que ofrecen. En muchos productos ya incluso están expuestos el ciclo de producción de lo que estás comprando para que veas el impacto positivo que tiene.
Es un largo camino que desde el diseño gráfico sostenible nos toca comenzar y apostar para ayudar a fomentar este cambio que nuestro planeta necesita en la forma en que consumismos y producimos, pues nuestros consumidores han de cambiar algunos factores que hoy en día son claves en la toma de decisiones a la hora de comprar un producto. Los consumidores tienden a ser perezosos y a querer cosas fáciles y baratas, pero tenemos que entender qué comprar algo es un acto de responsabilidad, y que elegir bien nos beneficia a todos. Seamos, pues, inteligentes y hagamos la elección correcta, pensemos para diseñar el futuro que queremos.
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